Director: Joseph Kosinski
Guión: Adam Horowitz y Eddy Kitsis
Actores: Jeff Bridges, Garrett Hedlund, Olivia Wilde y Bruce Boxleitner
Año: 2010
Calificación:
La película es tan pero tan mala, que me da mucha bronca no haberla visto antes para ponerla en el Ranking Anual de Noche de Peli.
Tron: El Legado es la secuela de Tron, de 1982. La original fue muy mala, pero ya casi ni me la acuerdo. La secuela es tremendamente mala, va más allá de cualquier comparación, aunque no había chance que de una película tan mala hagan una secuela buena. El hecho que hayan pasado 18 años debería haber sido un indicio.
Tron original aparece de una idea muy de moda en los 70s, que era la gente que se metía en un videojuego. Bueno, entonces en Tron, se meten en el videojuego.
Tron: El Legado arranca unos años después. Jeff Bridges es el creador de videojuegos más famoso del mundo y desaparece de la faz de la tierra dejando a su hijo de 7 años huérfano. Pobre. Casi se me cae una lágrima si no fuera una situación totalmente ridícula.
Como 15 años después, el hijo es un rebelde sin causa, un multimillonario por herencia enojado con el mundo y andando muy muy rápido con su Ducati. Y prepárense para lo que sigue ahora, que es totalmente indescifrable. Ni se lo imagina. ¿Están listos? De casualidad, el hijo termina metido en el mismo videojuego donde estaba el padre. Si. Se los juro.
Dentro del videojuego esta la sociedad que creo que el padre, pero quien ya no gobierna sino que esta prófugo. El que si gobierna se llama Clu y es un clon que el padre creo de si mismo pero se volvió muy malo.
El hijo se reencuentra con el padre y con una minita, porque no puede faltar una minita y deciden derrocar el gobierno del malvado Clu.
Si la cosa venia mal, agárrense que se viene peor. Jeff Bridges es El Gran Leboski y merece todo el respeto por eso. Pero acá es una especie de Yoda + Morpheous + Gandalf todo en uno. Usa una capucha mezcla de Jedi y Jesús con un bastón y toda la parafernalia. Cuando entra a un lugar, todos se callan y tiene un poder mágico. Habla pura sabiduría, pero termina las oración con "man" como el Dude Lebowski. No tiene sentido.
El hijo es todavía peor. Creo que desde De La Rua que no veo a nadie con menos carisma. Encima esta todo el tiempo en pantalla. Este pibe no puede ponerse una película al hombro ni que fuera el fletero que carga los rollos de film desde el estudio hasta la sala de proyección del Showcase.
Como si fuera poco, aparece Martin Sheen, conocido como Frost en Frost/Nixon y de quien hablé muy bien en el bodrio de El Día del Juicio Final. Bueno, me retracto. Porque acá hace de una especie de rockstar que no tiene el mas mínimo sentido de ser. Como que sería el Oráculo de Matrix que marca el camino, pero mezclado con un look Mick Jagger y una inteligencia Forrest Gump.
Toda esta garompa de dos horas para terminar como todos ya sabíamos que iba a terminar. Pero no les cuento el final. Yo la vi, ustedes véanla también. Suframos juntos.
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