X-Men Origins: Wolverine

En una epoca de estrenos pobres, llego el primer blockbuster del verano yanqui... y desilusiono un poco a los que queriamos ver cine pochoclero y mucho a los fanaticos del comic.

El primer error es la eleccion de Garvin Wood como director, quien venia de dirigir una de suspenso con Reese Witherspoon (si, leyeron bien) en el 2007 y Tsotsi en el 2005.

Wolverine era el momento para que vuelva Bryan Singer, que si bien hizo de Superman algo aburrido, tiene un gran curriculum con las dos primeras X-Men, Los Sospechos de Siempre y Apt Pupil entre otras. Cuando se contrata a un buen director para hacer comics, los resultados son impresionantes. Como Christopher Nolan en Batman, Jon Favreu en Iron Man y como seguramente Kenneth Branagh va a ser en Thor. Lamentablemente, Hood esta muy lejos de ellos.

La pelicula, como el nombre lo indica, es una precuela de la saga X-Men y cuenta los origines de Wolverine, uno de los personajes mas populares del comic. Algo que ya habian contado en X-Men 2, pero bueno... hay que vender.

Hugh Jackman es groso. El tipo se pone la pelicula al hombro y se la banca. Es un gran heroe de comic.

Liev Schreiber es Sabretooth y todo bien con Liev, pero es un pesimo villano. Liev puede ser un gran tipo, un divertido vecino en Kate & Leopold (tambien con Hugh Jackman) o hasta un decente agente secreto en La Suma de Todos los Miedos. Pero no puede ser el malo. No le da para ser el archirival de Hugh Jackman. Wolverine merecia mas.

Los aciertos de la pelicula son contar con buenos actores en roles secundarios, como Ryan Reynolds y Dominic Monaghan entre otros, y la aparicion de Gambito, uno de los X-Men mas populares.

La edicion de los primeros 20 minutos tiene cierta onda VH1 que esta buena. El resto de la pelicula combina cliches y poca imaginacion con momentos interesante y algunas peleas que valen la pena. No mucho mas.